Recorta, rota y convierte tus imágenes entre múltiples formatos
¿Qué es preferible: una aplicación monotarea que haga bien su cometido o una completa que saca un aprobado raspado? Obviamente, la primera opción, aunque lo deseable fuera que sea una aplicación completa que cumpla nuestras expectativas. Esto es lo que pretende Total Image Converter.
Veamos si lo ha conseguido. Ante todo, sus funciones: permite convertir imágenes desde y hacia una multitud de formatos, pero también puede redimensionar, recortar y rotarlas, así como agregar marcas de agua. Lo hace, y no del todo mal, pero Total Image Converter es el claro ejemplo de una aplicación con buena pinta, pero cuya falta de mimos para la interfaz lo echa todo a perder.
O casi, si tienes suficiente paciencia como para doblegarte ante su falta de usabilidad. Desde la ventana principal, tenemos acceso a dos modos de visualización: listado o miniaturas, con una ventana de previsualización con toda la información disponible acerca del fichero gráfico seleccionado. En la parte superior puedes acceder a cada uno de los formatos gráficos a los que quieres convertir la imagen, y está bien. Nada más pulsar uno se abre una ventana adicional, y ahí es cuando descubrimos todas las demás opciones.
Opciones que deberían encontrarse en la ventana principal y no en una subárea. Lo mismo, si quieres recortar la foto, se abre otra ventana, la tercera… ¿no hubiese sido más fácil dar acceso a todas esas opciones (tampoco son tantas) desde la ventana principal, con bonitos iconos, y usar el área principal como debe ser: área de trabajo?
En definitiva, su mayor baza es la integración con los menús contextuales de Windows. Ahí sí, lo han clavado, es lo que todos esperábamos: poder convertir una imagen desde el explorador de ficheros con el menú contextual, a cualquier formato. Pero para ello, ya existen aplicaciones que lo hacen muy bien. En definitiva, le damos a Total Image Converter un aprobado raspado. ¿Y tú, cómo lo ves?